La vida de una actriz que le pega a los cuarenta años no es fácil; los papeles poco a poco dejan de llegar y las ofertas son cada vez menos jugosas. Reese Witherspoon se encuentra en ese momento transitorio tan delicado de su carrera y a nuestro juicio, podemos concluir que no va mal.
Recientemente, la actriz le ha dado prioridad a su rol como productora en proyectos que van a la segura, como colaboraciones con Sofía Vergara yEugenio Derbez, que no le estarán trayendo más victorias en cuanto al Oscar se refiere, pero si le dará el capital y la confianza para aventurarse en trabajos más personales.
En el campo de la actuación, digamos que intenta y arriesga. Tal es el caso de su papel en Wild, cinta mostrada en la proyección inaugural de Los Cabos International Film Fest 2014.
Del aclamado director Jean-Marc Vallé, quién alcanzó la fama el año pasado con Dallas Buyers Club, dicha película es un ambicioso proyecto que pretende convertir tres meses de senderismo por el Pacific Coast Trail norteamericano en dos poderosas horas de espectáculo cinéfilo.
Basada en la historia real de Cheryl Strayed, una mujer norteamericana que tras la muerte del ser más querido en su vida, su madre (interpretada por la siempre magistral Laura Dern), desciende en un mundo de alcohol, drogas y sexo desenfrenado. Lo que en papel suena bueno resulta tener gravísimas consecuencias para Strayed, vaya sorpresa, y busca rescatarse a sí misma cruzando el país entero y por la parte ancha: a través del mencionado PCT, un caminito de algo así como mil millas.
Los noventa y cuatro días de aventuras que presenciamos es una mezcla entre127 Horas e Into The Wild, con premisas y secuencias que hemos visto antes pero que en manos menos talentosas que las de Vallée hubiera recaído en lo repetitivo. El director le añade capas de emoción a los sucesos llanos del personaje de Witherspoon a través de viñetas que recogen sus emociones de fracasados noviazgos, momentos íntimos con su madre y hasta pasajes tormentosos al lado de su padre alcohólico para darle una dimensión más profunda a, por ejemplo, perder una bota en el bosque.
Estas viñetas se vuelven cada vez más surreales y hasta sobrenaturales en su forma, lo que logra mantenernos en estado de alerta durante las dos horas. Sin lugar a dudas, el área de edición también se lleva las palmas en este trabajo.
En lo que respecta a Witherspoon, con un papel tan fundamental en esta película, no le crees ni un segundo de su interpretación. Wild es un filme entretenido, labrado por un cineasta talentoso, pero que le hubiera sentado mejor otro protagónico femenil.
Para la revista Indie Rocks!
3 / 5
cinefilio 