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Jules Et Jim

10 May

Utilizando un arsenal de técnicas fílmicas (freeze-frames, paneos, dollies, planos secuencia, archivo documental, fotos periodísticas), François Truffaut cuenta una historia que define la naturaleza del amor, no simplemente entre un hombre y una mujer, sino entre dos amigos (Jules y Jim son dos hombres, y no, no hay nada sexual entre ellos), entre dos hombres hacia una mujer (ambos amigos se enamoran de la misma mujer) y del amor que los individuos comparten dentro de una misma circunstancia (la seguridad y calidez de ser un trío y vivir juntos). Jules Y Jim es el inicio de los 60’s, se puede apreciar en el estilo cinemático, y en la rebeldía y libertad de la juventud, que después sería el catalizador del movimiento contracorriente de aquella década tan tumultuosa. Jules, Jim y Catherine (la mujer en el trío, interpretada magistralmente por Jeanne Moureau) instigan su propia revolución, y disfrutan de la juventud libremente a las orillas del Sena, corriendo y saltando por las calles de París, tomando el café con el sol en algún chateau playero; pero cuando tratan de incluir su estilo de vida en la madurez de los 30 años de edad, se topan con que las convenciones externas (sociales) e internas (afectivas) del ser humano los conduce a la tristeza y la amargura.

Jeanne Moureau como Catherine

La historia comienza cuando Jim, un bohemio francés extrovertido, conoce a Jules, un introvertido escritor austriaco; y ambos comienzan una cálida amistad, al compartir los mismos gustos por la diversión, las mujeres y la cultura; de compartirse poesía a practicar el arte marcial del savate francés, la amistad es fresca y sincera, Truffaut puntualiza que es una amistad distinta al paradigma masculino de la época, pues compañeros de ellos ya desde entonces la catalogan como “extraña”. Es el principio de los 1910’s, antes de que la Gran Guerra (la Primera Guerra Mundial), rompiera con el espíritu optimista de Europa. Jules busca a la mujer perfecta para él, ya que algunas son muy extrovertidas, algunas muy introvertidas, y las prostitutas lo siguen dejando vacío; eso no impide que Jim y Jules socialicen y conozcan a varias mujeres, en cafés y restaurantes. Una noche, Jules y Jim acuden al departamento de su amigo Alfred para que este último les enseñe unas diapositivas de estatuas durante su último viaje. Jules y Jim quedan encantados con la imagen de una escultura de una mujer serena, de ligera sonrisa, y no saben exactamente porqué, pero pronto, su fascinación por la estatua los conduce a una isla en el Mar Adriático, donde acuden a ver la estatua en persona.

Catherine, Jim & Jules jugando a las carreras en un puente peatonal

Poco después, conocen a Catherine (Moureau), una mujer que porta la misma casual alegría que el semblante de aquella estatua. Los tres empiezan esa amistad alegre que les he descrito con anterioridad; todo esto en la antesala de la Primera Guerra Mundial. Cuando estalla la guerra, Jim es mandado por el ejército francés al frente de la guerra, el ejército austriaco hace lo mismo con Jules, y ambos amigos corren con la angustia de eliminar al otro accidentalmente durante el combate. Truffaut utiliza videos documentales de la época para retratar la guerra, y vemos antiguas imágenes de soldados corriendo con su fusil por los paisajes europeos, detonaciones estruendosas y tanques avanzando por pequeños montes. Truffaut utiliza a un narrador para puntualizar algunas cosas que no son perceptibles a simple vista, como la reacción, o la emoción interna, de un personaje ante algún suceso, cuando en el exterior no refleja mucho; un sentimiento de nostalgia lo invade a uno con la voz de este narrador, pues recapacita uno que se está viendo una historia que “ya sucedió”. La influencia del narrador parlanchín en el Ciudadano Kane es evidente.

Terminada la guerra, Catherine se casa con su fiel y servicial Jules, y tienen una hija pequeña, Sabine. Viven en Alemania, a un lado del Rin, en la llamada Selva Negra, y ahí acude Jim a reencontrarse con sus amigos y revivir glorias pasadas. Pero la configuración marital es un obstáculo para los coqueteos de Catherine con Jim, y Jules le confiesa a su amigo que Catherine es rebelde, impredecible, y le ha sido infiel en el pasado; es tal su desesperación por mantenerla en su vida, que le da autorización a Jim de casarse con Catherine, siempre y cuando deje seguirla viendo. Así, la taciturna de Catherine se entretiene en manipular a los hombres (y a Alfred también, el de las diapositivas, que vive cerca de la cabaña en el Rín), pero tan pronto como obtiene por completo a un hombre, se aburre; diría que el comentario de Truffaut sobre las mujeres no es positivo, retratándolas como efímeras y superficiales, pero recordemos que Truffaut adaptó esta historia a partir de un libro de Henri-Pierre Roché, que encontró en un puesto de libros de segunda mano a la orilla del Sena.

Jules & Jim atras, Catherine & Alfred enfrente

Jules Et Jim es irreverente en su cinematografía, de acorde al movimiento contestatario de la Nouvelle Vague frente al cine clásico, tanto francés como hollywoodense. Recomiendo ampliamente esta película, y analizarla en el contexto de un cine europeo que iba a entrar en un nuevo movimiento cinemático, cuyo dogma sigue siendo presente en el cine de hoy en día, no solo en el de arte, pero en el ámbito del cine comercial general también, una influencia indeleble en el séptimo arte.

4.5 / 5